¡RECORREMOS NUESTRA LITERATURA!
Para poder ser profesores competentes, lo primero que debemos saber hacer, es, situarnos en el tiempo y en el espacio, y conocer los rasgos generales de la literatura en diferentes épocas y cuáles son las obras que han marcado un antes y un después en nuestra historia.
Será imprescindible que tengamos la capacidad de discriminar qué puede ser adecuado para nuestros alumnos, según sus gustos y momento evolutivo en el que se encuentren, de lo que no lo es. Para ello voy a proponer una serie de actividades según la época que trabajemos con los niños.
La literatura no es algo estático sino todo lo contrario, está en continuo cambio y evolución, por lo que no debemos tener miedo a jugar, cambiar, y adaptarla según las necesidades y demandas de nuestros alumnos en un momento determinado.
Comenzaremos nuestro particular recorrido por la literatura de nuestro país, teniendo en cuenta la “ley del péndulo”, ¿y qué es esto de la “ley del péndulo”?, pues ni más ni menos que esa particular ruptura que siempre se produce entre un movimiento y el que le procede. Se repite continuamente un patrón: un movimiento goza de libertad y por tanto de falta de normas, y el movimiento posterior, es decir el que rompe con este, siempre consiste en algo ordenado, estructurado y repleto de normas.
El primero de los movimientos pendulares se trata de la Edad Media.
La Edad Media comienza en Europa en el siglo IX, sin embargo, no llegará a España hasta un siglo después (entre los siglos X y XI).
Como rasgos fundamentales de esta época, que afectarán directamente a la literatura, además de otras artes (arquitectura, música, pintura, etc.), destacar que la sociedad tenía un pensamiento profundamente teocentrista y se trataba de una sociedad feudal. La literatura que surge tiene como autor el pueblo, es decir, una literatura popular. Los escritos no se firmaban, por lo que eran anónimos que se transmitían de generación en generación (romances, cuentos populares…). Es evidente que la literatura es un reflejo de los gustos y de la vida de la sociedad por tanto lo que predominará en esta época será la literatura heroica.
En esta época la escritura estaba reservada al clero, estos eran quienes escribían y copiaban en los monasterios. La influencia de la Iglesia era muy grande en la sociedad y esto se verá claramente reflejado en toda la literatura.
A partir esta época se comienza a escribir en castellano. Las primeras manifestaciones en este idioma son las jarchas. Quienes se encargaban de la transmisión de la literatura de la época eran los juglares. Su misión era ir de pueblo en pueblo recitando romances y cuentos populares. Entre toda la literatura que recitaban el Cantar del Mío Cid, es sin duda la el que toma mayor importancia.
Respecto a la poesía surgen una serie de nombres que serán los primeros poetas de nombre conocido ya que como he señalado con anterioridad la mayoría de la literatura hasta el momento era anónima. Estos son: Juan Ruiz (Arcipreste de Hita) cuya obra cubre fue “El Libro del Buen Amor” y Gonzalo de Berceo.
Siguiendo la tendencia de la poesía comenzará a surgir tímidamente algún autor que firma su obra en prosa, como fue Don Juan Manuel, cuya obra maestra tituló: El Conde de Lucanor.
Estos autores realmente serán la excepción en la época ya que la mayoría de la literatura de esta época nunca fue firmada.
Con nuestros futuros alumnos podríamos leer algún fragmento que resulte fácil de entender del “Cantar del Mío Cid”, en la que los caballeros, los reyes, campesinos están presentes continuamente y que puede resultar un tema interesante, según como les planteásemos las actividades. Es importante hacer una animación a la lectura previamente, ponerles en contexto, y que el fragmento seleccionado sea breve y compresible para niños pequeños. Será necesario que comprendan el sentido de la actividad y no obligarles a leer “porque sí” un trocito del “Cantar”. Explicarles que, es un ejemplo para que conozcan como se escribía antes, proponerles actividades de escritura “antigua”, escribir bajo un seudónimo que se inventen, aprender a recitar, disfrazarse según la época que están trabajando, etc. Es decir, siempre buscar la máxima diversión y aprender a través del juego, para que se sientan motivados y aprendan de forma significativa.
Tras la Edad Media surge un movimiento muy interesante desde el punto de vista de introducción en el aula de primaria: El Renacimiento.
La sociedad sufre un cambio significativo que como siempre afectará a las manifestaciones artísticas, es decir, a la literatura entre otras. Surge la “burguesía” nueva clase media, pero, que posee una un nivel cultural alto. El cambio respecto a la religión es radical. Se pasa del Teocentrismo al Antropocentrismo, es decir, el hombre será el centro de todo.
El tema que interesará a la sociedad, lejos de ser aspectos banales de caballeros y vasallos, consistirá en el “renacer” de la fascinante y grandiosa Cultura Clásica. Por tanto, la naturaleza, la mitología y el amor serán los temas más demandados.
Se pierde la tendencia del anonimato, lo que nos permite conocer una gran lista de importantes autores renacentistas: en prosa destaca Fernando de Rojas con “La Celestina”; Miguel Cervantes con “EL Quijote” (obra de transición con el siguiente movimiento que surgirá: el Barroco). En poesía destacan Jorge Manrique con “Cartas a la muerte de su madre”; Garcilaso de la Vega; Fray Luis de León y San Juan de la Cruz.
En esta época encontramos una obra fundamental de nuestra literatura de carácter anónimo: El Lazarillo de Tormes, que será pionera en un tipo de novela, que denominamos “novela picaresca”.
La ventaja de este siglo además de la temática que predomina, es la sencillez de los recursos literarios y el legado de obras archiconocidas que nos ha dejado, por lo que encontraremos multitud de herramientas y materiales para llevar estas obras al aula de una forma divertida y amena. (webquest, películas, adaptaciones de libros…)
(Para segundo y tercer ciclo)http://www.quijote.tv/index.htm
(Para los más pequeños): http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/don-quijote-de-la-mancha-para-ninos
Si el Renacimiento es una época en la que las reglas aristotélicas rigen toda la literatura, el siguiente movimiento romperá de lleno con estas y se regirá por la libertad absoluta. Nace en el siglo XVI. La sociedad toma como referencia de vida el famoso dicho: “Carpe Diem”, lo que se verá profundamente reflejado en toda la literatura que se genera en esta época. Quevedo fue un claro ejemplo de autor barroco.
La simplicidad formal que caracterizaba el Renacimiento termina de forma radical en el siglo XVII con la entrada del Barroco. Se distinguen dos corrientes: el conceptismo (basa su forma en las paradojas, la antítesis…) y el culteranismo (emplea multitud de metáforas, adjetivaciones, el hipérbaton, complicando su estructura formal, excesivamente).
De cara a nuestra posible aplicación en el aula nos interesa especialmente de este movimiento un tipo de literatura que surge en lo que se denominó “Corrales de Comedia”. Sus características son estrictamente barrocas en cuanto a forma y estructura, sin embargo, es en la presentación, donde encontramos la diferencia. Era la forma de entretenimiento del siglo XVII. La sociedad se reunía, no importaba ni la clase social, ni el sexo, ni la edad. Era algo novedoso el mayor “show” de la época, que rompía la monotonía de la vida del día a día.
Y… ¿por qué es importante esto para la aplicación en el aula? Bajo mi punto de vista es una oportunidad divertida, amena y novedosa de trabajar, la difícil y “retorcida” literatura barroca. ¿Cómo? Creando un “Corral de Comedia”. En primer lugar sería importante contarles qué es un corral de comedia y ponerles en contexto. Una vez que los niños tiene una idea de qué era esto les propondremos leer un fragmento con la ayuda del adulto de un fragmento cortito de algunos de los autores más importantes del Barroco (Góngora, Quevedo, Lope de Vega…). Buscarán entre todos características de esos textos respecto a los que ellos conocen. Una vez que hayan recopilado las características en grupos de cuatro o cinco deberá crear un pequeño texto sobre la sociedad del siglo XXI intentado aplicar las características que han encontrado. Para cerrar la actividad recitarán en su “Corral de Comedia” frente a la “sociedad” (resto de compañeros de clase) por grupos la “literatura” que han creado. De esta forma aprenderán cómo es la literatura barroca de una forma entretenida y que les puede motivar mucho. Considero que es una actividad adecuada para el último ciclo de primaria.
En el siglo XVIII se instaura un nuevo movimiento que rompe con lo anterior y se basa en la RAZÓN: el Neoclasicismo. La religión pasa a segundo plano ya que es desplazada por la fuerza de la ciencia. Este pensamiento inundará la literatura. Se sobrepondrá por encima de la sensibilidad, las emociones, la imaginación… Se trata por tanto de un movimiento aristotélico que como tal busca un retorno a los clásicos grecolatinos.
El ensayo junto a la crítica son las producciones literarias característica del Neoclasicismo en prosa. El teatro también refleja las nuevas ideas de la sociedad.
Dentro de la literatura neoclásica surgen las fábulas. A través de animales se ofrecen consejos y enseñanzas al lector. Quizás sea este tipo de literatura la más adecuada o sencilla para presentar a los niños, cómo era la literatura del Neoclasicismo. A los más pequeños podríamos contarles una fábula como “La Cigarra y la hormiga” y que ellos buscasen cuáles son las enseñanzas a través de un juego de “preguntas y respuestas” y los más mayores podrían leer varias fábulas y averiguar que enseñanzas propone el autor y entre todos debatirlas en el aula. Para hacer más entretenida y dinámica la actividad, podríamos visualizar videos en “youtube” varias fabulas. Es rápido y sencillo y sin duda enriquece la actividad, pues aporta la motivación necesaria para que los niños aprendan con alegría y emoción:
Tras el Neoclasicismo poco a poco se va pasando a otro movimiento que poco tiene que ver con el anterior: El Romanticismo. La pasión, la emoción, la intensidad recobran fuerza. Las obras abandonan esa perfección neoclásica para volverse más pasionales y profundas. Los sentimientos de insatisfacción con el mundo, de incomprensión, de sufrimiento inundan al autor. Un claro ejemplo de esta personalidad romántica fue Larra.
Es un movimiento que encaja a la perfección con la adolescencia, pues estos sentimientos de incomprensión, de pasión, de dolor, son característicos de este momento evolutivo, y por tanto, en el aula de educación primaria, no resulta una literatura fácil de introducir, no siendo así en la etapa de educación secundaria. No obstante, un tema muy recurrente en el Renacimiento es el honor, que aparece perfectamente reflejado en la obra “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla. Si viésemos la necesidad de que nuestros alumnos conociesen un poco cómo es la literatura romántica, el enfoque más sencillo y adecuado es, a través de este último tema, que suele gustar e interesar a los niños. Mi propuesta es la siguiente: para comenzar es importante contarles la historia de Don Juan y que comprendan el personaje. Habría que escoger un fragmento original del libro en el que se viese reflejado cómo escribían, que recursos literarios empleaban y que además describiese cómo era Don Juan Tenorio. Una vez situados en el siglo XIX, en pleno el Renacimiento y tener una ligera idea sobre cómo vivía la sociedad, qué les gustaba, qué hacían, etc. les propondremos conocer más de cerca este maravilloso siglo, ¿cómo?, ¡a través de una excursión! No hay nada que les guste más y que les motive. En la Comunidad de Madrid hay propuestas culturales muy interesantes como la siguiente: http://www.youtube.com/watch?v=niDYEkBT-bQ&feature=fvsr
Pero, evidentemente nosotros, los maestros, también podemos organizar algo similar.
Tras el Romanticismo, a raíz de los movimientos revolucionarios obreros surge una nueva corriente que se denominó: Realismo.
Como su nombre indica, consiste en una reproducción exacta de la realidad. Esto permite que podamos conocer como era con exactitud la sociedad de finales del siglo XIX. A menudo los autores incluían diálogos y formas de expresión coloquiales, que provocaban un acercamiento con el lector, de tal manera que, intentaban influir en su opinión.
Para reflejar de manera casi exacta la realidad era necesario realizar grandes y detalladas descripciones, ejemplos claros de la literatura realista son: Leopoldo Alas “Clarín” y su obra “La Regenta”; Benito Pérez Galdós con “Fortunata y Jacinta”, entre otros muchos.
La literatura perteneciente a esta época no es fácil de comprender pero trabajándola de forma adecuada la podemos acercar poco a poco a nuestros alumnos.
Como maestra modificaría ciertas partes más enrevesadas y les leería fragmento descriptivo de alguna buena obra realista como “La Regenta”, para que los niños se fuesen haciendo a la idea de cómo era la literatura realista.
Para que mis alumnos pudieran conocer más exhaustivamente cómo se escribía en este siglo, considero necesario mostrarles alguna parte estas obras en su forma original, sin modificaciones. Estas partes tendrían que estar cuidadosamente seleccionadas, no sólo atendiendo a que a nivel formal sean lo más sencillas posibles, sino que dejen ver de forma clara su carácter descriptivo, pues mi objetivo fundamental será que los niños descubran lo que es una descripción bien hecha y que puedan “copiar” ese arte descriptivo y así aprender.
Personalmente introduciría esta literatura cuando los niños tuviesen una comprensión lectora “aceptable”, pues si no lograsen entender las descripciones de nada serviría esta actividad, por tanto, lo enfocaría especialmente al último ciclo de primaria.
Como ampliación de mi propuesta de actividad, propondría que, a través de la lectura del fragmento los niños dibujasen cuidadosamente lo que este describe (con los máximos detalles posibles) y que expusieran el por qué de cada detalle de su dibujo.
Una vez que hubiesen comprendido qué es una buena descripción y qué características ha de tener, les pediría que realizasen una, del pueblo, urbanización o ciudad en la que viven, de una manera similar a la que Leopoldo Alas “Clarín” escribió sobre “Vetusta”.
A principios del siglo XX llega el Vanguardismo, época de los “-ismos” por la cantidad de movimientos que surgen, cuya terminación es “-ismo” (Dadaísmo, Modernismo…). Supone un regreso a las ideas platónicas y una repulsa a todo lo cotidiano.
Se buscará la belleza por encima de todo, a través de la exploración de todas las posibilidades que ofrece el lenguaje.
Surge una necesidad de renovación temática y recurren de nuevo a la mitología, al mundo interior y a la belleza sensorial.
Autores representativos de este movimiento son: Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y Valle- Inclán y Juan Ramón Jiménez, entre otros.
Un ejemplo de buena aplicación de la literatura vanguardista en el aula de primaria, es la actividad que hemos propuesto, con motivo de las jornadas culturales de nuestra universidad, que presentaré en la siguiente entrada al blog.
La Generación del 98 surge simultáneamente al Vanguardismo. Es un movimiento que está encabezado por un conjunto de excelentes autores profundamente influenciados por la pérdida de las colonias y que reflejará en su literatura preocupaciones de tipo existencial. El estilo empleado es sobrio, olvida los detalles, propios del Realismo, para dar una impresión fugaz.
El problema que encuentro para mostrar a los niños La Generación del 98 reside en que los temas que tratan son difíciles de entender, pues son existenciales. Quizás Antonio Machado a través de su poesía sea quien más se pueda acercar al gusto de los niños. Veo oportuno plantear la lectura de una serie de poesías de este autor. En grupos de cuatro o cinco pueden trabajar una poesía. En primer lugar la deben leer con detenimiento y comprender. El profesor se irá pasando por los grupos y estos le explicarán que han entendido. Habrá tantas interpretaciones como niños por lo que en una gran cartulina deben de realizar un dibujo que exprese lo que han comprendido. Cuando hayan terminado el “cuadro” lo colgarán en el aula en forma de exposición, de esta forma, todos podrán contemplar los sentimientos que causan en todos los compañeros (que pueden ser parecidos o muy distintos) un mismo poema.
Para continuar con la actividad sobre el poema, este será dividido de la forma más equitativa posible entre los miembros del grupo. Escribirán el fragmento que les corresponde y lo memorizarán. Durante una semana ensayarán de forma individual y grupal para exponerlo delante de sus compañeros hilando unos fragmentos con otros. Esta página puede ser muy útil: http://www.elhuevodechocolate.com/poesias/poesia4.htm
En nuestro recorrido por la evolución por la literatura no podía faltar La Generación del 27. Se trata de un grupo de jóvenes escritores que surge tras la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora.
Las características principales de su literatura son las siguientes: libertad de estilo, no rompe con movimientos anteriores, continúa una preocupación por temas existenciales y buscan embellecer el lenguaje para expresar sus preocupaciones.
Hay multitud de actividades que podemos hacer con los niños para mostrarles cómo fue esta fantástica generación de autores. Como hemos trabajado mucho la poesía y la prosa, en este caso para variar y experimentar con los niños podemos plantearles actividades que tengan que ver con el teatro. Por ejemplo la representación de una obra de Federico García Lorca. Hay buenas adaptaciones que podemos utilizar para que los niños comprendan la obra:
Este “generación” finaliza con el inicio de la guerra. Tras esta, comienza un movimiento literario que recibe el nombre de “Literatura de Postguerra”. Es una literatura marcada por el horror de la guerra, la angustia y el desarraigo. A partir de los años cincuenta surge la crística social que denuncia las injusticias sociales y la opresión a la que se ven sometidos. En los años sesenta poco a poco se regresa al realismo social y hacia los años setenta vuelve, con la llegada de turismo y extranjeros, lo clásico.
Para llevar este tipo de literatura al aula considero fundamental que los niños razonen cómo se sentirían después de una guerra y que lo expresasen, tras reflexionar, en una hoja. Cuando lo tuviesen escrito, les sugeriría que lo explicasen y entre todos, utilizando los conocimientos previos buscar cómo podría por tanto ser esta literatura. Para que visen cómo escribía la gente en esta época les leería un fragmento de la obra “Los soldados lloran por la noche” de Ana María Matute.
Para finalizar con mi reflexión sobre, cómo, de forma organizada, ir mostrando la literatura a los niños y que esto, no sea un verdadero suplicio para ellos, sino una tarea agradable y divertida, considero necesario hacer alusión a una duda que en ocasiones nos planteamos, es decir, ¿cómo les mostramos la literatura, de forma original o adaptada para ellos?.
En el currículo de primaria no aparece como tal que debamos trabajar la literatura española, sin embargo, considero importante que los niños descubran desde pequeños nuestra maravillosa y rica literatura. Esto no debe ser un trabajo horroroso, duro y arduoso, sino por el contrario, algo que les motive y entusiasme. La clave está en cómo les planteamos las cosas.
En primer lugar el profesor ha de seleccionar minuciosamente qué fragmentos, qué poesías y qué obras teatrales, va a trabajar. Es fundamental tener todo muy bien organizado e ir adaptando el material según vayamos conociendo los gustos e inquietudes de nuestros alumnos.
Para despejar la duda de cómo les mostramos la literatura, personalmente optaría por adaptaciones buenas que dejaran ver cómo se escribía en la época y que no distorsionasen mucho las historias, aunque en momentos puntuales si me parece importante mostrarles el formato original, para analizar y poder ver con más precisión detalles de las obras. Si no encontrásemos adaptaciones de los fragmentos que queremos trabajar, nosotros mismos podríamos hacerlas.
Pero considero que una adaptación en un momento puntual es necesaria, ya sea en forma de resumen, de cambio de castellano antiguo a castellano actual, simplificar la forma. Cada adaptación responde a las exigencias de lo que pretendamos trabajar en un momento puntual y en función a esto escogeremos unas u otras.
Bueno... ahora está perfecto, pero tienes que quitar una frase porque es falsa completamente: "Aunque sea a través de breves pinceladas a los niños hay que mostrarles toda la literatura siguiendo su evolución."
ResponderEliminarEn realidad, en ningún lugar del currículo de Primaria, si recuerdas, está la Literatura Española.
En segundo lugar, podemos acercarles a la literatura adulta con pequeñas pinceladas dependiendo de las edades pero nunca como "historia de la literatura". Es decir, puedes hablarles un mes de Machado y dos meses después de Lope de Vega (porque surge el tema) y tres meses más tarde de Lorca.
Y para terminar de pulir: donde has puesto "capítulo de la Regenta" yo entiendo "fragmento descriptivo de la Regenta" porque ¿tienes idea de cuántas páginas tiene un capítulo de esa obra??????