martes, 15 de noviembre de 2011

Y AHORA… ¡LO LLEVAMOS A LA PRÁCTICA!:

Aprender cosas de forma teórica es fundamental, pero, ¿para qué es tan importante?, pues evidentemente, para llevarlo a la práctica.
Ya es hora de enfrentarnos a la realidad y tener que seleccionar un libro entre los millones que hay y, no me refiero a escogerlo al “tun-tun”, sino atendiendo a todos los conocimientos que hemos ido aprendiendo durante este curso, además de sumar, como es lógico, nuestros conocimientos previos.
Si algo me ha quedado claro es que escoger un libro no es tarea fácil. Han sido muchos días de búsqueda e indecisión que finalmente han culminado con la selección de un libro, que personalmente, siempre he considerado maravilloso: “Mateo y los Reyes Magos”.
Me lo regalaron con apenas cinco años y según mis padres, me apasionaba abrirlo y mirar las ilustraciones cuando se acercaban las Navidades.  Con ocho años ya lo leía, aunque realmente me quedaba con los aspectos más generales y no comprendía tanto la historia del protagonista. Con doce años ya sí era capaz de comprenderlo con todo detalle y me encantaba leerlo, a pesar de conocer bien la historia, cuando se acercaba el día de Reyes.
Considero necesario realizar un breve resumen sobre el libro, para a continuación, comenzar a analizar tanto los aspectos subjetivos como objetivos del cuento:
El libro cuenta la historia de los Reyes Magos tal y como la recordaba el pequeño Mateo.
Mateo vivía en el oasis donde se reunieron los Magos de Oriente para esperar la llegada de la estrella, que debía guiarles durante la última etapa de su viaje.
Los tres reyes permanecieron siete días en aquel oasis y, para distraer la espera, cada uno contó su historia.
Nunca olvidó aquellas historias, ni la ilusión al recibir sus primeros juguetes. Por este motivo, no paró de contar, a cuantos pasaban por el oasis, todo lo que había visto y oído durante aquellos siete días del “Año de la Estrella”.


Ficha del libro
Nombre:
Mateo y los Reyes Magos
Autor
Fernando Alonso
Autor ilustraciones:
Alberto Urdiales
Editorial:
Santillana S.A.
Año de publicación:
1995


Nunca me gustó leer los libros que me mandaban en el colegio, me aburrían, me agobiaban porque los debía leer con un tiempo estipulado y porque sabía perfectamente que, tras esa lectura, habría el temido examen, en el que se me interrogaría sobre cada mínimo detalle que aparecía en el libro. Más que leerlo memorizaba cada fecha, cada edad, cada nombre y cada detalle, para poder superar el examen. Durante muchos años he pensado que la lectura no era algo bonito, consideraba que era algo que no estaba hecho para mi, sin embargo, durante mi adolescencia averigüé que había libros que me divertían, y yo sola, descubrí el gusto por la lectura.
Un niño no puede disfrutar leyendo siendo obligado y presionado de la forma que continuamente en la escuela se hace. Cada libro es mágico y el profesor debe animar a sus alumnos a disfrutar con su lectura, nunca imponer y obligar; siempre sugerir.

El libro que he escogido jamás podría ser impuesto a un alumno. Es un libro para descubrir y un libro que el maestro debe recomendar, facilitar y animar a su lectura, en vísperas de Navidad. Su tema es: Los “Reyes Magos”, por lo que hacer esta lectura en abril, junio, marzo, etc., no tiene ningún sentido, ya que perdería su magia.  Además, es un libro que probablemente tampoco tenga sentido que lo lea un niño cuya familia no celebre la Navidad o no sea cristiana, o simplemente no crea en los “Reyes Magos”.

A pesar de conocer que los gustos cambian casi de forma fugaz, hay determinados temas que generación tras generación perduran. Un claro ejemplo de esto es la Navidad y Los Reyes Magos. Esto no cambia, los niños sienten esa sensación indescriptible de emoción, cuando se aproximan la noche del 5 de enero. Los niños de ahora y los niños de hace cincuenta años.

Un aspecto básico a la hora de seleccionar un libro son “los gustos del niños”. Esta es la parte subjetiva, ya que cada alumno es diferente y siempre nos encontraremos niños que se emocionen con la lectura que les propongas y siempre habrá quienes rechacen esa lectura. Por este motivo nunca debemos imponerle una lectura, sino sugerirles varios libros, que puedan escoger según sus gustos.
Además de la parte subjetiva, todo libro consta de una parte objetiva formada por:
El título; las ilustraciones; el receptor; el emisor; la estructura interna; el tema; el espacio y tiempo (contexto), el lenguaje y vocabulario.
Centrándome en “Mateo y los Reyes Magos”, a continuación voy a analizar cada uno de los elementos objetivos de este:
Cuando cojo el libro lo primero que observo es un gran titulo dorado y llamativo que recoge el tema que va a tratar: Los Reyes Magos. Como he dicho el tema suele encantar a los niños por lo que se vuelve un cuento muy atractivo. Además destacar que tiene un gran tamaño y eso también suele ser un aspecto llamativo para el alumno.
Una vez que hemos observado la portada el siguiente paso es abrirlo y ojearlo ligeramente para ver si por dentro es tan atractivo como por fuera. ¿Y cómo juzgamos si es atractivo un libro?, pues obviamente, por el formato de la letra y sobre todo por cómo está ilustrado.
Unas buenas ilustraciones no sólo deben ser estéticamente bonitas, sino que deben recoger el contenido del libro.
Como podemos observar el libro está muy bien ilustrado y es muy atractivo de leer.
Está especialmente indicado para niños de segundo ciclo de primaria, aunque podría gustarle tanto a niños más pequeños que se fijarían más en las ilustraciones, como a niños más mayores, que realmente comprenderían más la historia del protagonista, el pequeño Mateo.
El emisor es Mateo. Un niño que vive una experiencia maravillosa con los Reyes Magos y que se comporta como tal y utiliza un lenguaje propio de un niño de su edad.
Los niños que lean este cuento se sentirán en todo momento identificados con su protagonista, ya que éste habla y piensa como un niño.
Las frases son cortas y simples y el lenguaje poético. El vocabulario empleado en la historia también es muy sencillo.
El tema que desarrolla el libro es, la magia de la Navidad y en especial de los Reyes Magos. Es un tema muy importante para los niños y que supone una de sus principales inquietudes en la mayoría de los casos.  Además de forma indirecta surge el tema de la esperanza, de la ilusión y de la fe.
La estructura del cuento es básica. Hay una narración planteada en forma de introducción, nudo y desenlace.
El contexto del libro es desconocido, ya que este cuento lo leerán niños que normalmente no han tenido la posibilidad de conocer en persona, un oasis de un desierto, en concreto el de Jaisalmer, pero que a través de las ilustraciones y sus conocimientos previos, serán capaces de imaginar cómo es el lugar donde vive su protagonista. El tiempo es indefinido.
Por último, destacar, que el libro recoge una serie de valores positivos que tiene Mateo con el que los niños se sentirán identificados y que tenderán a imitar, como lo son, la bondad, la empatía, la fe, la paciencia, la ilusión y la comprensión.
Es un libro muy apropiado para trabajar con niños de toda primaria. Con los más pequeños, se podría trabajar a través de las ilustraciones y de leer pequeños fragmentos, o simplemente, que el maestro contase el cuento en clase y los niños fuesen descubriendo poco a poco la historia. Los niños que ya tengan cierta comprensión lectora ( a partir de los 7-8 años) podrían leerlo ellos mismos. Siempre es un tema especial y muy motivador en vísperas de fechas navideñas, no siendo así en otro momento del año.
Analizar un libro me parece un trabajo que a pesar de ser complicado es fundamental para nuestra futura labor de maestros. Para saber trabajar la lectura con los niños y para que tanto ellos como nosotros disfrutemos leyendo.




Funtes consultadas:
Libro: Mateo y los Reyes Magos.
Diferentes blogs de internet.
Clase: Literatura española, literatura infantil y cultura literaria.
 
 
 

jueves, 10 de noviembre de 2011

   Versos para la ortografía. Otra forma de aprender.


Si algo he aprendido en los últimos años es que para que un niño aprenda tiene que estar motivado, tranquilo y relajado. Hay conceptos que forzosamente han de adquirir desde muy temprana edad y que en ocasiones son algo áridos. Quizá la clave es cómo les planteamos las cosas. Gloria Fuertes ha sido un extraordinario ejemplo de persona que comprende la mentalidad del niño y ha sido capaz de llevar al juego casi cualquier tema.  Cuando hablamos de ortografía a la mayoría de nosotros nos vienen a la cabeza conceptos tales como: “rollazo”, “esfuerzo”, “memorizar”, “pesadez”, “puf…” ¿Y si nos hubieran enseñado las reglas ortográficas de otra forma?, yo propongo una idea, a través de la poesía:

VERSOS PARA LA ORTOGRAFÍA
A lavar la ropa con uve,
alabar a Dios con be.
Huevo con 
hache y tomate,
apto de aptitud con pe.
Arroz se pone con leche
y sin hache, 
claro es.
Vino, con agua y con uve,
ceniza, gris y con ce,
turbante -gorro elegante-
bisonte van con be,
en cambio ve de ir, con uve,
pito y Pepito con pe,
hule y hierba van con hache,
hielo con hache también;
diptongo ria con 
hongo,
y es muy difícil poner,
tiene una pe intercalada
entre la i y la te.
Diptongo rima con hongo
y es my 
difícil poner.

Cómo acertar a la hora de elegir un buen libro para nuestros alumnos...

En esta entrada me gustaría recoger de forma resumida todo lo aprendido en las últimas clases de literatura española, literatura infantil y educación literaria, que junto con la búsqueda en diferentes páginas webs y otros blogs, me han permitido aprender y tener un poco más de cultura, sobre cómo surge la literatura hecha expresamente para niños y cómo ésta ha ido evolucionando en los últimos años:
 A finales del siglo XIX, el tener un libro era cosa de familias pudientes. Imprimir un libro y más si este poseía algún tipo de ilustración tenía un coste muy elevado, por lo que los que accedían a este “lujo” eran exclusivamente las familias adineradas.

Evidentemente, si el poder comprar un libro era un lujo, las ventas de estos eran escasas, ya que familias con dinero había pocas. Un editor vio la oportunidad en la literatura infantil y se le ocurrió crear unos libros de bolsillo que salían cada semana, y cuyo coste era mucho más reducido, por lo que podían ser vendidos a la clase media. De esta forma, se crea la primera editorial de literatura infantil: Saturnino Calleja e hijos”.







En esta época la idea de literatura-didáctica seguía presente en cada libro “para niños” sin tener en cuenta cuáles eran los gustos reales del niño. El objetivo secundario de estos libros era el mero entretenimiento.
Los personajes que aparecían en cada cuento de Calleja eran planos y siempre se les definía con dos características (Feo-Malo)(Guapa-Buena).
Similar a la literatura de Saturnino Calleja fue la de Salvador Bartolozzi. Sus libros más comerciales fueron: “Pipo y Pipa” y “Pinocho y Chapete”.  Los personajes en este caso no eran definidos por dos características, como en los libros de Calleja, sino que eran héroes que hacían cosas increíbles y que los niños admiraban.


Elena Fortún en 1928 creó el primer personaje que abandona lo lineal para tener psicología. Era una niña llamada Celia. Celia iba creciendo junto a las niñas que leían sus aventuras.  Todo lo que le ocurría y todo lo que pensaba, coincidía con la etapa evolutiva y gustos correspondientes a su edad.

Estos libros los leían principalmente las niñas, pero Elena Fortún también creó una serie de libros que trataban las aventuras del hermano de Celia, que fueron más acorde con los gustos propios de los niños.






Borita Casas fue otra de las iniciadoras de la literatura infantil de calidad. En un primer momento escribió  guiones radiofónicos que tuvieron mucho éxito y que acabó convirtiendo, muchos de ellos, en libros. El más conocido fue: “Antoñita la Fantástica”. Lo mismo ocurrió con el libro más célebre de Eduardo Vázquez: “Matilde, Perico y Periquín”, que en 1955 comienza a emitirse en la cadena SER como serial, teniendo un gran impacto y éxito, y posteriormente siendo editado como libro.




En esta época surge el primer libro ilustrado a color, de la mano de la autora Emilia Cotarelo. Publicará una extensa colección bajo el nombre de “Mari Pepa”. 






Los años 70 suponen un giro total y absoluto para la literatura infantil. Surgen las primeras editoriales que cubrirán las necesidades de introducir libros en el aula, también comenzarán a nacer libros que consisten en una  serie de reivindicaciones sociales en la que el niño busca su lugar en la sociedad:  es uno más en la sociedad, con características especiales y no “un adulto pequeño”. “Oliver Button es una nena “de Tomie de Paola, publicado en 1979, será un ejemplo claro de esta nueva temática.




Si los años 70 significaron un giro absoluto y un gran progreso para la literatura infantil, los años 90 son quizás los que han supuesto un mayor cambio respecto al mercado editorial. Los libros se crean cuidadosamente para el niño, y se comienza a adaptar la obra a la edad específica del niño al que irá dedicado.

Y tras este breve recorrido por la historia de la literatura infantil, considero que es importante destacar que la literatura infantil de autor, es sólo una pequeña parte de este tipo de literatura y que a lo largo de la asignatura iremos conociendo otros ámbitos como la literatura folclórica, la poesía o el teatro.

Sin embargo, lo más importante no es aprender el recorrido que ha seguido la literatura. Estas pinceladas de historia, no son más que una forma de permitir situarnos en el tiempo y conocer cómo se ha llegado a lo que hoy conocemos por literatura infantil. Lo verdaderamente fundamental en este tema, es reconocer los rasgos que marcan y diferencian una buena literatura para niños, de una mala. Saber qué les motiva y gusta, qué es adecuado para su edad y qué no lo es. Es decir, qué criterios debemos tener en cuenta a la hora de seleccionar un libro en un futuro, cuando ejerzamos de maestros, de acuerdo con la etapa evolutiva en la que se encuentre el niño, así como sus gustos.

Durante las últimas clases hemos llegado a la conclusión de que para poder acertar con la selección, debemos basarnos en un aspecto objetivo (etapa evolutiva) y un aspecto subjetivo (los gustos), que varía con asombrosa rapidez.

Basándome en el modelo que propuso Piaget, los niños van pasando por diferentes etapas en su evolución:
Su recorrido por éstas, comienza tras su nacimiento y hasta los dos años.  A esta etapa Piaget la denominó Sensorio-Motora. El niño no es más que un imitador innato que repite constantemente las acciones que percibe de los adultos y descubre el mundo que le rodea, a través de los sentidos. Es evidente que al niño a esta edad no le puede interesar la lectura, sino el propio libro, que lo comerá, chupará, romperá y tirará, es decir, todo menos leerlo, ya que busca descubrir qué son todas aquellas “cosas extrañas” que le rodean.
A partir de los 18 meses el niño comienza a entrar en una nueva etapa, que Piaget llamará: Periodo de preparación y operaciones concretas.

Dentro de esta etapa se distinguen dos grandes subetapas:

 La primera de ellas abarca desde los dieciocho meses hasta los aproximadamente siete u ocho años. El niño comienza a memorizar, es capaz de evocar objetos ausentes, le empieza a interesar dibujar  (garabateo) y lo que para nosotros es más importante, comienza a entender y producir el lenguaje. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los niños continúan siendo muy egocéntricos y que su mundo se basa en ellos y sus familiares más cercanos, por lo que leerles cuentos sobre los valores de la amistad, travesuras y aventuras de grupos de amigos, no tiene para ellos ningún sentido.

Concretando un poco más sobre las edades, podríamos decir que los tres años es la edad de las continuas preguntas (¿por qué?). Por lo que bajo mi punto de vista, es el momento de, a través de la narración de cuentos, descubrirles el mundo en el que viven.

A los cuatro / cinco años, el niño confunde continuamente fantasía con realidad y por tanto en esta etapa lo que más le gustará será que los cuentos que se trabajen con ellos contengan historias llenas de fantasía, les hablen de mundos diferentes, maravillosos, etc.
A partir de los seis años comienzan a comprender rasgos de la personalidad, conceptos sociales, manejan la mentira, la ironía. Se trata, por tanto, de un momento idóneo para introducir libros que contengan moralejas y que les enseñen a comportarse ante diferentes situaciones.

El segundo subperíodo o subetapa comienza aproximadamente a los siete u ocho años. Con estas edades el egocentrismo deja paso a una descentralización cada vez mayor que implicará que el niño se despegue poco a poco de la familia y busque el cariño, admiración y valoración social.  La fantasía deja paso a la realidad. Es por tanto una etapa en la que, de forma general, el niño se verá atraído por libros que hablen de amistad, que plasmen situaciones con las que ellos se sientan identificados y donde el protagonista sea un niño con rasgos comunes a él/ella.

Teniendo en cuenta los momentos evolutivos del niño, podríamos realizar una preselección que probablemente sería acertada desde el punto de vista educativo pero que posiblemente en numerosas ocasiones sería rechazado por el niño por no estar en su “onda”. Es por tanto necesario buscar cuáles son los gustos actuales de los niños, cuál es la moda que siguen y qué les interesa más.  He llegado a la conclusión de que dentro de los gustos, existen unos patrones que parecen permanecer o por lo menos no variar tanto y otros, que son fruto del marketing y tendencias del momento. Debemos tener en cuenta ambos.

Por último, algo que es fundamental tener presente  a la hora de seleccionar un libro son los aspectos tanto formales como editoriales. El lenguaje es muy importante a la hora de escogerlo. Este debe estar estructurado de forma sencilla (frases cortas, vocabulario adecuado a la edad del niño) y deberá ser similar al que ellos emplean.  A un niño no se le puede mandar leer un libro con frases largas, sin apenas ilustraciones, con letra demasiado pequeña puesto que probablemente su nivel de motivación sería muy bajo y no querría leerlo. Tanto un niño como un adulto, lo primero que juzga es el nivel estético y visual, es decir, si le entra o no por los ojos. Esto no es ninguna tontería y debemos de tenerlo muy en cuenta a la hora de seleccionar un libro.

Para acertar con la elección de una lectura para nuestros alumnos, además de todo lo nombrado con anterioridad, será necesario que nos fijemos con detalle en aspectos como el tipo de personaje, el espacio y el tiempo en el que se desarrolla la acción, los valores que recoge el libro y su estructura.

Los personajes deben ser cercanos, sencillos, con características psicológicas similares a las que puede tener el receptor; en definitiva, personajes con los que el niño se pueda sentir identificado.  Cuando digo espacio y tiempo, me refiero al contexto en el que está escrito. Este debe ser, o bien familiar para el niño o indefinido (En un lugar muy lejano…), muy característico de los libros de fantasía y ficción. Siempre la literatura infantil a través de los personajes introduce valores que ayudan al niño a comprender por qué se deben comportar de una determinada forma u otra.  Por último, respecto a la estructura, concretar que ésta ha de ser clara para que el niño sea capaz de entender el libro en su totalidad.

Para terminar de contestar a las preguntas sobre literatura infantil que han surgido en clase, vamos a responder a continuación a la cuestión planteada, de si los géneros literarios infantiles, poseen las mismas características que los de los adultos.
Tanto el teatro, la prosa como la poesía infantil comparten características con la adulta, sin embargo, encontramos determinados rasgos que la hacen diferente. 

Esta diferenciación que vamos a plantear a continuación, en la práctica nos va a servir para saber seleccionar adecuadamente una obra de teatro para niños, una poesía para niños o un libro para niños; o por el contrario, debemos tener en cuenta que la poesía, la obra teatral o el libro de adultos, ha de ser adaptado, para que los niños disfruten trabajando con ellos.

Diferenciación de géneros literarios infantiles y géneros literarios adultos:

El teatro siempre tiene un parte literaria (el texto) y otra parte no literaria (la representación o interpretación). Tanto en la parte literaria como en la no literaria, hay alteraciones. Se introduce en mayor medida la exageración y la apelación, ya que el público infantil se suele distraer con facilidad y para mantener su atención, continuamente, se debe hacer uso de estos recursos. El vocabulario es más simple, las estructuras lingüísticas sencillas con frases cortas. Otra variante del teatro infantil es el tipo de personaje. Estos deben representar personalidades muy marcadas, deben diferenciarse muy bien unos de otros y el número suele ser reducido con el fin de que los niños no se líen y puedan comprender la obra. Los intérpretes deber hacer uso de la exageración, de los gestos y apelar para que haya una mayor comprensión por parte del niño.

La prosa, como hemos ido viendo, ha sufrido grandes variaciones a lo largo de la historia. En la actualidad la característica principal de la prosa infantil es que el protagonista suele ser un niño que nunca es plano. Se trata de un héroe cotidiano, cercano y sencillo con el que los niños se sienten identificados y aspiran a parecerse. Se juega mucho con la introducción de “niños buenos” y “niños malos”. La historia del “niño bueno” siempre es buena, exitosa, sorprendente e ideal; ocurriendo lo contrario con el “niño malo”.  La forma en la que se escribe, al igual que ocurre en el resto de géneros, es más sencilla, posee un vocabulario simple y estructuras que simplifican la lectura y la hacen asequible al niño.

La poesía infantil da un cambio radical a partir de los años setenta con la fabulosa poetisa Gloria Fuertes. Previamente, los temas usualmente empleados eran los animales, situaciones cotidianas, aprendizaje sobre la vida, los valores, etc.  y la forma era similar a la poesía adulta pero simplificada y adaptada al niño. Sin embargo, Gloria Fuertes hará una poesía que al niño le gustará, pues observando qué es lo que les gustaba, creó una poesía diferente, basada en la magia, la fantasía y los juegos. Las rimas eran muy sencillas y breves e  introduce juegos de palabras y fonéticos.

Todos estos aspectos desarrollados en esta entrada son una herramienta fundamental de cara a nuestra futura labor de maestro, para ser competentes en la selección de obras adecuadas a los niños según su edad y los gustos que en ese momento tengan Todo ello, nos ayudará, además, a hacer la literatura muy atractiva para el niño y que la lectura y el trabajo con los libros se disfrute y convierta en una labor agradable, divertida y amena tanto para ellos como para nosotros, porque realmente merece la pena.

Fuentes consultadas

Otras fuentes consultadas:
Lectura de diferentes blogs de profesores y antiguos alumnos.
Cuadros colgados en Luvit.