¡Una buena lectura es posible!
Descubrir y trazar tu propio camino en esta vida es algo fundamental y que realiza a las personas. Uno no aprende sin tropezar, sin experimentar y sin buscar.
Esta frase tan real no sólo se podría aplicar a la forma de vivir, sino al trabajo que hemos y estamos realizando en nuestro blog de didáctica de literatura. Probablemente os preguntaréis por qué, la respuesta es sencilla: Hasta el momento hemos sido personas guiadas, llevadas por un camino trazado por otra persona, como niños de la mano de sus madres y siento que, es ahora, cuando por fin nuestra “madre” ha soltado nuestra mano para dejarnos descubrir, experimentar, trazar nuestro propio camino e incluso, equivocarnos y tropezar.
La primera parada obligada de mi largo camino a recorrer es: los lectores.
De nada serviría crear maravillosa literatura si no hubiese nadie interesado en recibirla. No paramos de escuchar que la literatura cada vez interesa menos a la sociedad y en especial a los niños, que se entretienen con la televisión, las consolas y ordenadores. Es evidente que no podemos robarles todas estas formas de entretenimiento tan divertidas y entretenidas para obligarles a leer o simplemente escuchar cuentos, pero tampoco podemos descartar esta forma tan buena de aprender, de jugar, de imaginar y de entretenerse.
Y, ¿cómo podemos hacer que una persona disfrute con la lectura?
Si esto fuese algo sencillo obviamente no estaríamos hablando de esos desastrosos datos de falta de motivación por leer, del cambio del libro por la consola, de niños que no se despegan de la televisión y que parecen tener alergia a los libros.
Actualmente encontramos multitud de herramientas de ocio y la gente no es “tonta”, no renuncia a estas, el problema está en desechar aquellas herramientas que antes casi eran “únicas” como la literatura. Hay una clara falta de motivación por la lectura y esto no es culpa de las nuevas generaciones sino de la forma de enfocarlo que los “mayores” tenemos. No podemos imponer, obligar, atosigar a los niños. De nada sirve que les regalemos toda la saga de éxito del momento si no hay una buena animación a la lectura. Esta animación debe venir tanto por parte de la familia como por parte de la escuela.
Los niños no son tan inocentes como a veces pensamos y casi siempre buscan el ejemplo de sus mayores. Si ven a sus hermanos mayores leer, a sus padres, a sus abuelos, a sus tíos, si les ven disfrutar, seguramente sientan esa curiosidad por descubrir eso que a todos les hace disfrutar tanto y participar en esa dinámica.
A partir de esta breve reflexión se me plantea una duda: ¿Cómo puedo animar yo en el futuro cuando sea maestra?
Tras leer varias veces los “power point” colgados en “Luvit” creo tener dos claves fundamentales:
Animar a leer a través del juego. El juego es algo que gusta al niño por naturaleza, pero ojo, muchas veces los adultos llamamos juegos a actividades aburridas enmascaradas bajo el nombre de “juego”, simplemente por el formato que tienen, o por estar dentro de una “carpeta” denominada “juegos para primaria”.
Nunca debemos caer en este error de mala selección de un juego, ya que dejaría de tener todo el valor positivo, motivador y apetecible. Nuevamente quiero recalcar el valor de la buena selección para cualquier actividad que vayamos a trabajar con los niños.
Otro punto clave que sirve tanto para la lectura, como para otras muchas actividades que realizamos en la escuela, se refiere a la relación de esfuerzo y satisfacción. Es decir, las personas somos algo perezosas por naturaleza, a nadie le gusta trabajar en vano, siempre buscamos un objetivo que nos satisfaga. A los niños les ocurre lo mismo.
Cualquier actividad que implique un alto grado de esfuerzo debe tener forzosamente una buena recompensa y esto muchas veces es tarea del maestro. Debemos aprender a motivar y a ofrecer a los niños grandes recompensas que les genere una gran satisfacción.
Actualmente son muy pocos los maestros que ofrecen grandes recompensas a los alumnos. Por el contrario esperan ansiosos la fecha límite para que puedan finalizar el libro, con difíciles exámenes, repletos de preguntas puntillosas.
¿Cómo creéis que van a asumir la lectura de libros, los niños que ni siquiera han sido libres de escoger según sus intereses y gustos y cuya recompensa es un examen que suspenderán si no se “estudian cada página” del libro?
Pues sí, obviamente con desgana, con miedo, con disgusto y con auténtico odio a leer.
Sin embargo, criticar el modelo actual no solucionará el problema. Debemos proponer formas de trabajo novedosas y eficaces que probablemente generará resultados satisfactorios, y lo más importante, lectores entusiasmados que no perderán la motivación con el paso del tiempo, sino por el contrario, la irán aumentando a lo largo de su vida.
Como hemos mencionado el juego es una de las claves para introducir al niño en el mundo de la lectura. Algo muy interesante que tiene que ver con el juego en grupo es la organización de talleres. En los talleres se comparten ideas, experiencias, estimulando y enriqueciendo lo leído. Comprendiendo cosas que no se habían entendido de forma individual, pudiendo participar en conversaciones sobre el libro, sintiéndose integrado y pudiendo intercambiar experiencias.
Por tanto, como conclusión de mi reflexión personal decir que, sólo encuentro un camino apropiado para llegar al niño, para poder motivarles, y este camino está construido por la escuela pero siempre de la mano de la familia.
Es fundamental que la escuela facilite a los alumnos el acceso a la literatura, con la creación de bibliotecas de aula construidas por los propios alumnos, talleres de lectura, juegos y otras actividades que favorezcan su interés. Pero desde casa, será fundamental que las familias dediquen ratitos a leer a los más pequeños cuentos, fábulas, literatura popular o lo que más les guste a los niños. Será fundamental que se estimule al niño para que sea capaz de escoger, que decida qué le gusta y que vaya creando sus criterios de selección desde pequeño. Además, insistir, en que no haya esa obsesión temprana de que el niño lea solo. Será mejor que se respete su momento evolutivo ya que en algún momento el niño decidirá coger un libro y leer. Y mientras tanto que disfrute escuchando, ya que dejar de contar cuentos a los más pequeños y obligarles a que lean demasiado temprano puede originar un desinterés y falta de motivación.
Esto último está estrechamente relacionado con las actividades previas a la lectura. Y me pregunto: ¿Cómo han de ser las actividades que realicemos antes de la lectura?
Las actividades previas a la lectura están especialmente diseñadas para motivar y despertar el interés del niño por esa lectura. Además será bueno que se haga una selección de todos aquellos términos y conceptos que puedan resultar más complicados.
Son actividades fundamentales ya que sin esa animación previa será difícil que el niño se siente delate del libro con una buena actitud y eso es fundamental.
Debemos tener en cuenta que a la hora de leer ponemos en juego todos los conocimientos y experiencias previas, nunca empezamos de cero y a esta información le vamos añadiendo experiencias nuevas adquiridas con la lectura de nuevos libros. Por tanto, la lectura es una forma de aprendizaje activo que bien enfocado puede resultar muy placentero y divertido.
La interpretación que cada persona hace del libro tiene directa relación con los conocimientos previos y experiencias vividas, por lo que nunca debemos corregir una interpretación personal, ya que la que nosotros tenemos desde el punto de vista adulto, no tendrá nada que ver con la del niño o la de otros adultos.
Otros componentes que entran en juego en las actividades de pre-lectura son elementos a nivel estético: portada, contraportada, título, ilustraciones, etc.
Cuando cogemos un libro y lo ojeamos, en ocasiones lo descartamos o lo seleccionamos. Nos encanta o no nos gusta nada. Siempre juzgamos el exterior de los libros y los niños también deben aprender a realizar este proceso de selección. Debemos animarles a dar su opinión sobre el libro y que expliquen qué les sugiere el título, las ilustraciones y demás elementos.
Es muy importante que el maestro o la familia presenten el libro de una forma atractiva, despertando el interés, provocándoles una gran curiosidad por saber más. Y en definitiva despertando las ganas de leer el libro.
Una vez que hemos realizado todas estas actividades previas a la lectura, debemos centrarnos en las actividades que haremos durante la lectura para que no se pierda en ningún momento el interés y motivación.
Como hemos señalado anteriormente, las actividades que se deben hacer durante la lectura deben estar estrechamente relacionadas con el juego y la realización de talleres de lectura en grupo. Debemos fomentar el debate, el intercambio de experiencias, y permitir a los niños que expresen qué están comprendiendo, qué están imaginando, ya sea a través del diálogo o de la ilustración.
Por último, considero igual de importante hacer alusión a las actividades realizadas tras la lectura de un libro.
Cuando pensamos en qué actividades hemos realizado después de realizar las lecturas obligatorias, tanto en educación primaria como en secundaria, sólo conseguimos recordar: EXAMEN. Además un examen complejo que estaba desbordado de preguntas sobre detalles que calificaba más la memoria que el haber “entendido” el libro. Qué grave error y cuánto daño ha hecho este método…
Es importante detectar los errores del pasado y buscar nuevos métodos, estrategias y actividades. Creo que lo fundamental será eliminar ese examen por actividades que completen el proceso de comprensión lectora. Que enriquezcan lo que han comprendido y que den un enfoque más profundo a través de resúmenes, conclusiones, análisis grupales, debates y preguntas generales sobre valores que aparecen en el libro.
Ya hemos aprendido la teoría, ya sabemos cómo debemos hacer una buena animación a la lectura. Ahora solo falta que lo llevemos a la práctica, que nos mostremos entusiasmados con la literatura ante nuestros alumnos y que sirvamos de ejemplo. Es decir, ha llegado el momento de apasionarnos con la lectura para poder apasionar a nuestros alumnos.
Fuentes consultadas:
Documentos luvit y webs aportadas en clase de literatura:
Documento Luvit: “actividades lectura “
Ejemplos de buenas actividades de animación a la lectura: documento “fichero de actividades de animación a la lectura” Luvit.